Yusuf, un fiel amigo de Seyran, descubrió que Kazim estaba fuera de control tras enterarse de la huida de Suna. Yusuf entendió que Seyran corría un grave peligro, ya que Kazim la había señalado como la principal culpable de la fuga. Preocupado por la seguridad de Seyran, Yusuf decidió buscar a Ferit para avisarle y pedirle que ayudara a salvar a Seyran de la ira de su padre.
Ferit, al enterarse de la noticia por Yusuf, no dudó ni un segundo. Sabía que el tiempo era crucial, y cualquier demora podría hacer que Seyran enfrentara terribles consecuencias. Con determinación, Ferit corrió hacia la mansión Korhan, donde Seyran y Suna se escondían, esperando llegar a tiempo para proteger a las dos hermanas. Era consciente del peligro de su misión, pero el amor y la preocupación que sentía por Seyran le dieron fuerzas para seguir adelante.
Mientras corría hacia la mansión, Ferit no dejaba de pensar en Seyran y Suna, temiendo no llegar a tiempo. Mientras tanto, en la mansión Korhan, Seyran y Suna trataban de protegerse, deseando que Ferit llegara para rescatarlas. La carrera contra el tiempo se volvía cada vez más intensa, y el destino de las hermanas dependía completamente de los esfuerzos de Ferit en ese momento decisivo.