Ferit estaba de pie frente a la puerta de la casa, con el rostro enrojecido de ira. Las palabras de Yusuf resonaban en su mente como una sentencia: “Seyran te ha traicionado”. Enfurecido, no le dio a Seyran la oportunidad de explicarse. “¡Sal de mi casa ahora mismo!” – dijo con una voz fría y decidida. Seyran lo miró, con lágrimas rodando por sus mejillas. Aunque destrozada por dentro, no se resistió, simplemente empacó sus cosas en silencio y se fue, llevándose consigo una angustia imposible de expresar con palabras.
Esa noche, Seyran no dejó de pensar en lo ocurrido. Sabía que no había hecho nada malo y que no podía permitir que esta injusticia continuara. Decidida a demostrar su inocencia, Seyran fue a buscar a Yusuf. Lo enfrentó en un pequeño café, donde nadie podría interrumpir su conversación.
“Yusuf, ¿qué le dijiste a Ferit? ¿Por qué destruiste mi felicidad?” preguntó Seyran, con la mirada firme y decidida. Yusuf, visiblemente incómodo, intentó mantener la calma. “Solo dije la verdad”, respondió, aunque su voz delataba su inseguridad.
Seyran, que no estaba dispuesta a dejarse engañar, continuó presionándolo. Invitó a la familia de Ferit y a algunos amigos cercanos como testigos. Bajo la presión de todos y la mirada implacable de Seyran, Yusuf finalmente bajó la cabeza y confesó: “Mentí. Solo quería romper su matrimonio. No podía soportar verla feliz con él”.
La verdad salió a la luz, pero el precio que Ferit tuvo que pagar no era pequeño. Cuando fue a buscar a Seyran, sus ojos ya no brillaban con el amor de antes. “Lo siento, Seyran. No debí haber creído sus palabras sin escucharte primero. Por favor, dame una oportunidad para corregir este error,” suplicó Ferit.
Seyran sonrió tristemente. “Ferit, tu disculpa llega demasiado tarde. La confianza, una vez rota, es muy difícil de recuperar. Necesito tiempo para pensar.”
Aunque herido, Ferit entendió que esta era la consecuencia de sus acciones. Decidió esperar, con la esperanza de que algún día Seyran lo perdonara y que su amor pudiera renacer. Por su parte, Seyran sabía que merecía ser respetada y amada más allá de cualquier mentira.
Una historia llega a su fin, pero quizás también sea el comienzo de grandes cambios en la vida de ambos.