Después de una acalorada discusión con Seyran, Ferit salió de la casa, con su ira a punto de desbordarse. Todo a su alrededor parecía derrumbarse, y en ese momento, decidió no regresar. La rabia lo empujó a una noche sin salida. Fue a un club nocturno lleno de vida, donde las luces tenues y la música ensordecedora actuaron como un remedio temporal. No quería pensar ni enfrentarse a la realidad, así que se sumergió en la multitud y en las chicas desconocidas. Aquella noche, lo único que importaba era olvidar la desilusión que lo consumía.
A la mañana siguiente, cuando las fotos de Ferit junto a las chicas del club nocturno comenzaron a circular en las redes sociales, la situación empeoró aún más. La gente comenzó a hablar, los rumores se esparcieron como fuego. Seyran, aunque intentaba no dejarse afectar, no pudo evitar sentir el dolor profundo en su corazón. No necesitaba ver las fotos para sentir la traición; todo lo que Ferit había hecho la hacía sentir abandonada y engañada.
Su corazón dolía, pero Seyran sabía que no podía quedarse callada. A pesar del dolor, tomó la decisión de no permitir que el daño continuara. Lejos de optar por el silencio, Seyran se levantó y se enfrentó a los medios. Frente a los periodistas, no titubeó al declarar: “No vivo en la oscuridad de la mentira. Si Ferit no cambia, yo seré quien me vaya.”
Las palabras de Seyran resonaron, como una advertencia tanto para Ferit como para todos aquellos que pudieran aprovecharse de su silencio. Ella no temía perderlo todo, porque sabía que su valor no dependía de las mentiras que Ferit había creado. Esto no marcaba el final, sino el comienzo de un nuevo capítulo en su vida, uno en el que Seyran decidió que nadie podría hacerla vivir en la oscuridad, ni por amor ni por respeto.
No se dejaría atrapar en juegos psicológicos, y aunque tuviera que caminar sola, Seyran estaba lista para abrazar su nueva vida. Sabía que si Ferit realmente la amaba, encontraría la manera de cambiar y restaurar la confianza que había perdido. Pero si no lo hacía, ella no dudaría en irse para protegerse a sí misma.