Después de varias tensiones, Ferit decidió que Seyran necesitaba un recordatorio de humildad. En un impulso, propuso un desafío extraño: “Si piensas que nunca te equivocas, demuéstralo… durmiendo conmigo.” Seyran, aunque incrédula, decidió responder apareciendo con un sexy camisón, como un desafío.
Ferit estaba completamente sorprendido por la audacia de Seyran. No pudo evitar reír ante la seriedad con la que ella manejó la situación. “¿Crees que ese camisón me va a asustar?” se burló, tratando de contener la risa.
Pero para Seyran, esto no era un juego. “¿Realmente piensas que todo terminará en una risa? Lo que hiciste no es aceptable!” exclamó, molesta por la ligereza de Ferit.
Poco a poco, Ferit se dio cuenta del daño que había causado con su acción. Se disculpó suavemente y explicó que solo quería que ella se diera cuenta de que a veces su actitud iba demasiado lejos. Seyran, todavía enojada, finalmente no pudo resistir la risa de Ferit cuando él relató su reacción en el camisón.
La conversación fue suavizándose. Ambos decidieron que, en lugar de lastimarse, tratarían de entenderse y cambiar para mejorar su relación.