Suna se sintió aliviada al saber que su padre, Kazim, no había muerto, sino que solo tenía una grave lesión en la cabeza. Sin embargo, la imagen de Kazim golpeando a Seyran para protegerla seguía grabada en su mente. Con gratitud y cariño hacia Seyran, Suna decidió sacrificarse. Dejó una carta de despedida y regresó a casa para enfrentar a Kazim y liberar a su hermana del control de él.
Ferit y Seyran, al leer la carta de Suna, actuaron de inmediato. Ferit decidió convencer a su abuelo Halis. Reveló toda la verdad sobre la intención de Kazim de forzar a Suna a casarse y expresó su preocupación por cómo la reputación de la familia Korhan podría verse afectada.
Halis, tras reflexionar profundamente, aceptó ayudar. Propuso llevar a Suna a vivir a la mansión Korhan, donde estaría protegida y tendría un futuro mejor. El acuerdo entre ambas familias se aprobó, salvando a Suna de un destino trágico.
Aunque la situación se calmó, la relación entre Ferit y Seyran seguía tensa. Ferit intentaba acercarse más a Seyran, pero la desconfianza sobre su relación pasada con Yusuf le impedía contenerse. Cuando Ferit le preguntó directamente a Seyran, ella se encolerizó por su falta de confianza. Sin embargo, Ferit no se detuvo allí, y cuando Yusuf confirmó que había estado con Seyran, Ferit empezó a dudar de todo. ¿Caerá Ferit en la trampa de Yusuf?