Alberto, un padre que siempre ha anhelado la cercanía con su hija, está cayendo en la desesperación. Todos sus esfuerzos por reconstruir la relación con Gema se vuelven inútiles. Siente que es un fracaso, un mal padre. En su desesperación, Alberto sufre un grave accidente en la fábrica.
La mala noticia se extiende rápidamente por el vecindario. Gema, al enterarse del accidente de su padre, corre al hospital. Frente a ella está su padre querido, inmóvil en la cama, con el rostro pálido. En su mente solo hay preocupación y arrepentimiento. ¿Será que ha sido demasiado dura con él?
Luz, la exesposa de Alberto, al enterarse del accidente, siente que algo se remueve en su interior. Los recuerdos del pasado vuelven a su mente, tanto los momentos felices como los dolorosos. Comienza a reconsiderar las decisiones que tomó. ¿Debería darle otra oportunidad a Alberto?
Mientras tanto, el vecindario está más animado que nunca. La boda de Claudia y Mateo se acerca. Todos colaboran en los preparativos y decoran las casas, creando un ambiente alegre y cálido. Esta boda es vista como el gran evento del año, y todos están ansiosos por celebrarla.
En el hospital, Alberto comienza a recuperarse. Despierta y ve a Gema sentada junto a su cama, sujetándole la mano. Es en ese momento que se da cuenta de cuánto ha perdido. Le promete a Gema que cambiará y se convertirá en un mejor padre.
Por su parte, Luz también ha acudido al hospital para visitar a Alberto. Tienen una larga conversación en la que ambos expresan sus sentimientos más profundos. Finalmente, deciden darse una oportunidad para comenzar de nuevo.
La boda de Claudia y Mateo se celebra en un ambiente cálido y romántico. Alberto y Luz asisten juntos, viendo la felicidad de los jóvenes. Se dan cuenta de que la vida aún tiene muchas cosas hermosas por delante.