Miriam siempre ha sido una mujer decidida y firme en su trabajo. Pero cuando se unió a la empresa y comenzó a trabajar bajo la dirección de Joaquín, su jefe, nunca imaginó que las cosas cambiarían de esa manera. Joaquín, con su atractiva apariencia y su calma, dejó una fuerte impresión en Miriam desde el primer encuentro. Aunque sabía que él estaba casado, Miriam no podía dejar de sentirse atraída por él. Las miradas fugaces, las palabras llenas de insinuaciones y los momentos compartidos en el trabajo hacían que ella se sintiera cada vez más atrapada en una sensación que no podía explicar.
Pero su relación no se quedó en una simple admiración. Joaquín comenzó a responder a las señales pequeñas que Miriam enviaba sin querer. Las conversaciones no solo giraban en torno al trabajo, sino también a elogios sinceros, a veces con cariño. Luego, un día, cuando se encontraron casualmente después del horario de trabajo, Joaquín no pudo controlar sus emociones y la besó. Su relación pasó a un terreno oscuro, lleno de culpa y secretos.
Miriam se sentía atrapada en un torbellino que no podía controlar. Sabía que estaba haciendo algo incorrecto, pero la atracción y las emociones intensas que sentía por Joaquín la hacían incapaz de detenerse. Se preguntaba si podría seguir viviendo en esta mentira, pero el amor y los sentimientos estaban dominando sus pensamientos, opacando todo lo demás.
Un día, Santiago, un nuevo empleado comercial, llegó a la empresa y comenzó a trabajar bajo la supervisión de Fina, una colega cercana de Miriam. Santiago era una persona sencilla pero sincera. A diferencia de Joaquín, no tenía una apariencia cautivadora, pero su franqueza y su apertura hacían que Miriam se sintiera cómoda. Poco a poco, se convirtieron en amigos, compartiendo historias cotidianas y pensamientos sobre el trabajo. La amistad entre Miriam y Santiago se fue profundizando, y él parecía entender siempre sus preocupaciones.
Santiago no sabía nada sobre la relación secreta entre Miriam y Joaquín, pero comenzó a notar un cambio en ella. Él sentía que algo no estaba bien y, de manera sutil, le preguntó sobre su vida fuera del trabajo. Las conversaciones entre ellos sobre sus vidas personales ayudaron a Miriam a darse cuenta de que estaba atrapada en una relación llena de culpa, y que esa sensación no podía continuar.
Miriam comenzó a enfrentarse a sus sentimientos de manera más clara. ¿Podría seguir viviendo en secreto con Joaquín, o encontraría una forma de liberarse de este amor prohibido y encontrar paz interior? Santiago, con su paciencia y sinceridad, se convirtió en un amigo de confianza, ayudándola a ver las cosas desde una nueva perspectiva. Él no solo era un amigo, sino también una luz guía que le mostró que la verdadera felicidad no se encuentra en las mentiras.
A medida que los sentimientos entre Miriam y Santiago se hicieron más fuertes, Miriam se dio cuenta de que el amor genuino no era lo que había experimentado con Joaquín. Y en un momento decisivo, Miriam eligió dejar a Joaquín atrás y comenzar un nuevo camino, un camino que sabía que no sería fácil, pero era la única opción para encontrar la paz en su vida.