Begoña salió del jardín con el corazón pesado. Las críticas de Damián aún resonaban en su mente, aumentando la presión que sentía por parte de la familia. La soledad y la sensación de no pertenecer a ningún lugar la envolvían.
Sentada junto a la ventana, Begoña miraba a lo lejos, recordando los hermosos momentos compartidos con Andrés. Su amor había superado tantas adversidades, y aun así, siempre habían estado juntos. Sin embargo, ahora, el futuro de ambos parecía incierto. “¿Vale la pena este amor para enfrentar todas las críticas?” se preguntó con inquietud.
Mientras tanto, Andrés buscaba una solución para afrontar la situación. Fue a ver a Marta y compartió sus preocupaciones.
“Marta, amo a Begoña con todo mi corazón. Sé que ella merece ser feliz, y estoy dispuesto a hacer todo lo necesario para darle esa felicidad,” dijo Andrés con sinceridad.
Marta escuchó atentamente las palabras de Andrés y le ofreció un consejo:
“Debes demostrar que tu amor es lo suficientemente fuerte como para superar cualquier obstáculo. Begoña necesita a alguien que no solo hable, sino que actúe.”
Las palabras de Marta fueron como un llamado a despertar. Andrés se dio cuenta de que debía hacer algo concreto para probar su amor. Decidió organizar una reunión familiar donde expresaría abiertamente sus sentimientos hacia Begoña.