Después del incidente en el jardín, los rumores sobre la relación entre Andrés y Begoña se propagaron como un incendio forestal en la familia. Jesús, el hermano de Andrés, al escuchar las noticias, fue a buscar a Begoña. Con una mirada llena de dudas y reproches, le preguntó:
¿De verdad eres feliz con Andrés? ¿O solo estás escapando de tus verdaderos sentimientos?
Las palabras de Jesús enfurecieron a Begoña. Se sintió ofendida y pensó que él estaba intentando entrometerse en su vida.
No intentes cambiar la situación, Jesús. Deberías concentrarte en ser un buen padre para Julia —respondió Begoña con frialdad.
Jesús se marchó, pero sus palabras quedaron grabadas en la mente de Begoña. Comenzó a preguntarse si realmente había olvidado su pasado con Jesús. Por más que intentara dejar atrás esos recuerdos, las emociones seguían latentes en algún rincón de su corazón.
Begoña buscó a Andrés para compartir sus pensamientos.
Necesito tiempo para enfrentar todo esto. Mi pasado con Jesús está siendo usado como excusa para que nos critiquen. Pero te prometo que no voy a renunciar a nuestro amor.
Andrés tomó su mano, entendiendo las dificultades que ella enfrentaba, y le prometió:
Estaré contigo en cada paso del camino. Juntos enfrentaremos todo lo que venga.