En el nuevo episodio de Una nueva vida, la situación en la mansión Korhan alcanza un punto crítico cuando Suna, bajo los efectos del alcohol, causa un escándalo que no pasa desapercibido para Ifakat, quien se encuentra con sus sobrinos en el momento menos oportuno. Al descubrir a Seyran, Fuat y Ferit tratando de llevar a Suna a su habitación sin levantar sospechas, Ifakat les exige explicaciones y expresa su indignación: para ella, lo sucedido representa una vergüenza y una falta de respeto que no debe permitirse bajo ningún concepto.
Sin embargo, Seyran no se deja intimidar. Con una mirada desafiante, responde a Ifakat, insinuando que su tía no es tan recta como pretende ser y lanzando una acusación indirecta sobre la relación secreta que sabe que ella mantiene con Orhan. Con sus palabras, Seyran deja claro que, en la mansión, todos tienen sus secretos, y que la verdadera regla parece ser que los escándalos solo importan si son descubiertos.
Ifakat, sin perder la calma pero visiblemente molesta, ordena a todos que suban a sus habitaciones, dejando claro que no tolerará más comportamientos como este. La tensión en la mansión Korhan continúa aumentando, y la situación de Suna y Seyran amenaza con desencadenar más problemas, mientras las mentiras y los secretos de todos parecen cada vez más difíciles de ocultar.