La Promesa: La Desconfianza de María, ¿Una Amiga o una Traidora?

Mientras María Fernández trabajaba en la iglesia, limpiando las bancas y organizando los libros de oración, algo extraño llamó su atención. El padre Samuel, un hombre de fe y respeto en la comunidad, parecía tener un método infalible para ayudar a los más necesitados. Nadie sabía exactamente cómo lo hacía, pero las familias más pobres siempre salían de su despacho con una sonrisa y un poco de alivio en el corazón. María había observado al padre Samuel durante semanas, fascinada por su capacidad para dar esperanza a los demás sin pedir nada a cambio.

Sin embargo, su tranquilidad se vio alterada cuando la señora Ros, una mujer de carácter fuerte y ambiciones ocultas, se ofreció a colaborar con Jana en sus esfuerzos de ayuda a la comunidad. A primera vista, parecía un gesto altruista, pero algo en la actitud de la señora Ros no le convencía a María. Con una expresión seria, se acercó a Jana y le advirtió:
— “Esa mujer no hace nada sin esperar algo a cambio, Jana.”
Jana, sin embargo, agradecida por la aparente buena voluntad de la señora Ros, ignoró las palabras de María. Estaba demasiado emocionada por la oportunidad de recibir ayuda en su causa para preocuparse por las advertencias.

Poco después, mientras investigaba más a fondo sobre los movimientos de la señora Ros, María descubrió algo alarmante. La mujer no solo tenía motivos ocultos, sino que estaba involucrada en los planes secretos de Cruz, alguien en quien María no confiaba en absoluto. Su conexión con Cruz era más profunda de lo que María había imaginado. Las piezas del rompecabezas comenzaron a encajar y, con horror, se dio cuenta de que la señora Ros podría estar manipulando a Jana para sus propios fines oscuros.

María, angustiada, intentó buscar una forma de advertir a su amiga antes de que fuera demasiado tarde, pero temía que la intervención llegara demasiado tarde. Mientras observaba desde las sombras, el tiempo parecía estar en su contra. ¿Podría salvar a Jana de los oscuros planes de la señora Ros y de la influencia de Cruz antes de que fuera demasiado tarde?

Related Posts

La Promesa: Desafiando a Lorenzo, el precio de la libertad en La Promesa

Martina no podía soportar la idea de que su hermano Curro fuera obligado a casarse con Catalina en un matrimonio concertado que no quería. La idea de…

La Promesa: La confesión de Marcelo, un secreto que podría destruirlo todo

En la quietud de la noche, la casa de Marcelo parecía más sombría de lo habitual. La única luz provenía de una lámpara que titilaba débilmente sobre…

La Promesa: Servir a los demás, el camino de María hacia la redención

La finca de La Promesa estaba envuelta en un aire tenso. Cruz, con una mirada fría y decidida, había anunciado a todos que María Fernández sería despedida…

La Promesa: La difícil tregua entre Ricardo y Pía

Rómulo, un hombre conocido por su lealtad y sensatez, se encontraba en una situación delicada. Tras el reciente enfrentamiento entre Ricardo y Pía, la atmósfera en La…

La Promesa: El ascenso inesperado de Pía

Tras una intensa discusión con Petra, Cruz tomó una decisión drástica para calmar la tensión: ofreció a doña Pía el prestigioso puesto de doncella personal. Pía, sorprendida…

La Promesa: Catalina y Adriano, Un Pasado que Se Niega a Morir

Pelayo caminaba nervioso por los largos pasillos de la mansión, con los ojos llenos de preocupación. “Si Adriano regresa, ¿qué vamos a hacer?” Se detuvo frente a…

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *