Martina pasó por el pasillo vacío en la noche tarde, cuando escuchó voces susurrantes provenientes de una habitación cercana. Se detuvo, sintiendo que algo no estaba bien. Quedándose en silencio, escuchó cada palabra, y a partir de allí, comenzaron a revelarse detalles sospechosos. José Juan y Lorenzo estaban discutiendo una gran suma de dinero relacionada con la próxima boda de Curro y Julia.

“Necesitamos asegurarnos de que todo esté bajo control, no podemos dejar que se sepa,” dijo José Juan, con una voz tensa. “Si Curro se entera, lo arruinará todo.”

Lorenzo se rió con desdén. “No te preocupes, este plan será perfecto. La boda es solo una fachada para lo que estamos haciendo.”

Martina escuchaba atentamente, cada palabra era como una flecha que se clavaba en su mente. No solo hablaban de dinero, sino de una conspiración relacionada con Curro y Julia. Un escalofrío la recorrió al darse cuenta de que la boda no era tan simple como parecía.

A la mañana siguiente, Martina decidió contarle a Curro lo que había oído, esperando que él entendiera y estuviera alerta. Pero la reacción de Curro la sorprendió. No le creyó.

“Martina, estás equivocada,” dijo Curro, con voz llena de duda. “Solo estás celosa de Julia. Ella es mi prometida, y lo que escuchaste puede ser solo tu imaginación.”

Martina no podía entenderlo. No había imaginado nada, pero sus palabras fueron como una bofetada en su rostro. El dolor la invadió, pero no iba a rendirse. Decidió investigar por su cuenta para demostrar la verdad.

Martina empezó a seguir discretamente los movimientos de José Juan y Lorenzo, acercándose astutamente a las personas involucradas y sacando información de cada pista. Descubrió que la boda era solo una parte de un plan mucho más grande: una conspiración financiera relacionada con una enorme cantidad de dinero que alguien quería apropiarse. Además, todos estaban atrapados en un torbellino de engaños y beneficios personales, incluyendo a Curro.

A medida que investigaba más a fondo, todo se volvía más claro: Curro, en quien ella había confiado completamente, podía estar involucrado en este plan, o al menos haber sido manipulado sin saberlo. La boda entre Curro y Julia era solo una cobertura perfecta para ocultar una conspiración financiera gigante que Martina aún no había logrado desenmarañar por completo.

Martina se enfrentaba a una decisión difícil. ¿Debía seguir investigando y revelar la verdad, aunque eso pudiera hacer que todo se derrumbara? ¿O debía callar, proteger a Curro y aceptar vivir en la mentira? Pero una cosa estaba clara: su vida nunca volvería a ser la misma.