La película comienza con una escena romántica entre Seyran y Ferit, pero este momento de felicidad se interrumpe rápidamente cuando Seyran recuerda la advertencia de Pelin: cuando Ferit se sienta demasiado apegado a ella, la dejará y empezará a fijarse en otras personas. Llenándose de inquietud, Seyran de repente empuja a Ferit y se sienta apartada en la cama, excusándose de que tiene hambre. Ferit sonríe ante la excusa de Seyran y solo puede observarla desde lejos mientras ella come. Mientras tanto, Suna se encuentra con Abidin cerca del muro de la mansión y se consuelan mutuamente. Abidin admite que Ferit es la única familia que tiene, pero Suna le toma suavemente la mano y le recuerda: “Ahora me tienes a mí también.”
Luego, la conversación regresa a Ferit y Seyran. Ferit se da cuenta de que Seyran intenta alejarse y le pregunta por qué encuentra excusas para distanciarse. Seyran lo niega, pero Ferit se da cuenta de que ella está dudando de su relación. La conversación termina en una disputa, y Seyran no puede responder a la pregunta de Ferit.
Mientras tanto, Orhan y Gulgun tienen una conversación en una cafetería, donde Orhan le confiesa que ha abierto sucursales en el extranjero sin que su padre lo supiera. Gulgun, sorprendida, lo escucha y Orhan la tranquiliza diciendo que están preparados para enfrentar cualquier consecuencia. Esa misma noche, Fuat llega a la mansión en estado de ebriedad, causando un alboroto al gritar que quiere divorciarse y darle un nuevo nieto a su abuelo. Dolida, Asuman observa la escena desde lejos mientras las chicas intentan consolarla.
A la mañana siguiente, toda la familia se prepara para ir al trabajo, pero el ambiente sigue tenso. En lugar de enojarse, el abuelo Halis simplemente le pide a Fuat que lo ayude a entrar al auto, sorprendiendo a todos con su gesto de comprensión y alivio.
Durante un viaje en grupo, Seyran, Asuman y Suna sufren un pequeño accidente, lo que hace que Ferit, Abidin y Fuat se preocupen y corran en su búsqueda. Afortunadamente, nadie resultó herido, y el grupo se reencuentra con alegría. Esa noche, todos disfrutan de una velada en una cabaña, y juegan un juego de preguntas. Una pregunta sobre quién hace más feliz a Ferit causa una confusión que hiere a Seyran.
Finalmente, Seyran y Ferit tienen una confrontación emocional. Entre lágrimas, Seyran expresa sus dudas sobre si podrá confiar realmente en Ferit. Ferit, dolido, le responde: “Si no confías en mí, entonces no vivamos juntos.” Se miran profundamente, ambos llenos de emociones, mientras su matrimonio una vez más se encuentra al borde de la separación.