María y Andrés habían estado juntos durante muchos años, eran amigos desde la infancia. Pero su relación comenzó a desmoronarse cuando Andrés empezó a comportarse y hablar de manera despectiva. Solía criticar la apariencia y el trabajo de María, lo que la hizo sentir insegura y sola.
A pesar de que amaba mucho a Andrés, María estaba agotada por el daño que él le causaba. Decidió acudir a Víctor, otro amigo cercano, para compartir sus sentimientos. Víctor siempre la escuchaba y la consolaba, sintiendo tristeza al saber lo que su amiga estaba soportando.
Durante las conversaciones, María y Víctor se fueron acercando más. Compartían secretos, sueños y miedos. Los sentimientos entre ellos crecieron poco a poco, hasta que finalmente no pudieron reprimir la atracción que sentían. Un beso apasionado borró la línea entre la amistad y el amor.
Después de ese momento, ambos se sintieron confundidos y perdidos. No sabían cómo enfrentar sus sentimientos, especialmente cuando María aún estaba vinculada a Andrés. Sin embargo, el amor les impidió mentirse a sí mismos.
Tiempo después, Víctor fue a buscar a María para confesarle su amor. Le dijo que la amaba y quería construir un futuro feliz junto a ella. Estaba dispuesto a renunciar a todo para estar con ella.
María se sintió profundamente conmovida por la declaración de Víctor. Se dio cuenta de que ya lo amaba desde hace tiempo, pero temía enfrentar ese amor. Finalmente, María decidió terminar su relación con Andrés y comenzar una nueva vida al lado de Víctor.