Suna estaba de pie junto a la ventana, mirando hacia afuera. La luz tenue de la luna cubría la antigua casa, creando una escena hermosa y fría. Recordó las amenazas de Kazim, su padre, un hombre poderoso y despiadado. Kazim había arreglado un matrimonio para ella con un hombre anciano y rico, un matrimonio que ella no deseaba en absoluto.
Esme, la madre de Suna, colocó suavemente su mano sobre el hombro de su hija. “Hija mía, sé que estás muy asustada. Pero debes confiar en mí, esta es la única oportunidad que tienes para escapar de esta vida.” Esme había preparado en secreto todo para la huida de su hija. Había ahorrado un poco de dinero y encontrado a un viejo amigo dispuesto a ayudar.
Suna sabía que su madre tenía razón. Si se quedaba, su futuro sería solo oscuridad. Se convertiría en una marioneta en manos de Kazim, sin derecho a decidir sobre su vida. Pero el miedo la envolvía. Temía que Kazim la encontrara y la castigara. Temía no poder sobrevivir sola en el mundo exterior.
Sin embargo, el deseo de libertad superó su miedo. Suna decidió escapar. Reunió algunas pertenencias necesarias y salió en silencio de la casa en una noche oscura.
La nueva vida de Suna comenzó llena de dificultades. Tuvo que adaptarse a un entorno completamente desconocido. Necesitaba encontrar un trabajo para vivir y ser independiente. Hubo momentos en que Suna se sentía sola y desesperada. Extrañaba su hogar, a su madre y los recuerdos de su infancia. Pero no se arrepentía de su decisión.
En su búsqueda de trabajo, Suna conoció a un hombre amable llamado Ali. Ali era un pintor independiente, con un corazón cálido y un alma de artista. Ali ayudó mucho a Suna en sus primeros días en la ciudad. Con el tiempo, empezaron a enamorarse.
Sin embargo, la felicidad de Suna no duró mucho, ya que Kazim la encontró. Fue a la ciudad y secuestró a Suna, llevándola de regreso a la antigua casa y encerrándola en una habitación oscura.
Suna, desesperada, no sabía qué hacer. Intentó escapar, pero no tuvo éxito. Kazim había reforzado la seguridad, sin darle ninguna oportunidad.
Aun así, Suna no se rindió. Mantuvo la esperanza de ser libre. Encontró un teléfono antiguo y, en secreto, envió un mensaje a Ali. Ali informó a la policía y planeó el rescate de Suna.
Con la ayuda de la policía, Ali irrumpió en la casa de Kazim y rescató a Suna. Kazim fue arrestado y tuvo que enfrentarse a la justicia.
Finalmente, Suna fue libre. Ella y Ali decidieron comenzar una nueva vida juntos. Construirían la familia feliz que Suna siempre había soñado.