Aunque ya había tomado una decisión, Pelin no podía dejar de sentirse culpable. Ferit había sido una parte importante de su vida, alguien con quien había compartido tantos recuerdos, alegrías y tristezas. Alejarse de él no fue fácil. Aquellas noches sin dormir, con pensamientos que no la dejaban en paz, siempre sentía una tristeza profunda en su corazón. Pero sabía que era la decisión correcta, un paso necesario para encontrar su propio ser y su felicidad.
Una noche, mientras Pelin estaba sentada en silencio en su habitación, de repente la puerta se abrió. Ferit apareció, con el rostro rojo por el alcohol. Se acercó rápidamente, con una mirada de preocupación y enojo. Sus palabras eran como cuchillos, clavándose directamente en su corazón.
“¿De verdad vas a dejarme? ¿No crees que podríamos empezar de nuevo?” gritó Ferit, su voz llena de dolor y furia.
Pelin miró a Ferit, sintiendo que la culpa la invadía. Podía sentir el dolor de él, pero también podía sentir la libertad que había encontrado. Los recuerdos dulces y dolorosos vinieron a su mente, haciéndola casi ceder. Pero justo entonces, como una señal, escuchó unos pasos familiares.
Seyran apareció, sin decir palabra, simplemente se quedó en la puerta. La conocía mejor que nadie, y sus ojos mostraban comprensión y determinación.
“Pelin,” dijo Seyran suavemente, pero su voz era una firme advertencia. “No dejes que la culpa destruya tu libertad. La felicidad y la libertad son lo más importante, no aferrarse al pasado.”
Pelin miró a Seyran, y en los ojos de su amiga encontró el aliento que necesitaba. Supo que, aunque el amor fuera grande, su propia libertad y felicidad no podían ser negociadas.
Miró a Ferit una última vez y luego dio un paso adelante. No fue una decisión fácil, pero sí una necesaria. No retrocedió, porque sabía que solo la libertad le daría la fuerza para seguir adelante.
Ferit se quedó allí, viéndola irse, su corazón roto. Pero en el fondo, también entendió que a veces, cuando amas a alguien, no se trata de retenerlo, sino de dejarlo ir para que encuentre su propio camino.