Víctor siempre había admirado el matrimonio de María y Andrés. Eran la pareja perfecta a los ojos de todos: siempre aparecían juntos en eventos sociales, cariñosos y felices. Pero detrás de esa fachada brillante, Víctor comenzó a notar señales de alerta. La mirada triste de María, las discusiones ocasionales que llegaban a sus oídos, le hacían dudar.
En una conversación privada, Víctor compartió sus inquietudes con María. Al principio, ella se mostró sorprendida, pero luego las lágrimas comenzaron a rodar por su rostro. María confesó que su matrimonio atravesaba muchas dificultades. Andrés, el hombre de quien se había enamorado profundamente, ahora se mostraba distante y frío.
Víctor no pudo soportar ver sufrir a María de esa manera. Decidió hablar directamente con Andrés. Sin embargo, la conversación no salió como esperaba. Andrés se enfureció, considerando que Víctor estaba entrometiéndose en su vida privada. Para demostrar su ira, Andrés decidió abandonar a María el mismo día de su cumpleaños.
En la fiesta de cumpleaños, María trató de mostrarse alegre frente a los demás. Dijo que su esposo estaba ocupado con el trabajo y no podía asistir. Pero en su interior, sentía un dolor profundo. Cuando todos se fueron, solo quedaron Víctor y María, y ella no pudo contener más sus emociones y comenzó a llorar.
En los brazos cálidos de Víctor, María lo contó todo. Le habló de las discusiones, las palabras hirientes que Andrés le había dirigido. Le relató las noches en vela, llorando sola. Y finalmente, admitió que el amor que sentía por Andrés se había ido desvaneciendo, hasta desaparecer por completo.
Víctor escuchaba a María con compasión. Entendía que ella estaba profundamente herida, y quería estar allí para apoyarla y consolarla.
Después del gran golpe emocional, María decidió poner fin a su matrimonio. Entendió que aferrarse a un amor que ya estaba muerto solo la haría sufrir más. Con la ayuda de Víctor y sus amigos, María comenzó a recuperar la fe en la vida.
La historia de María y Andrés dejó una profunda impresión en quienes la rodeaban. Mostró que detrás de las apariencias de felicidad y éxito, pueden ocultarse dolor y soledad. Y a veces, para encontrar la verdadera felicidad, necesitamos el coraje para dejar ir lo que ya no encaja en nuestras vidas.